Cuando intervenimos desde los centros educativos, directamente desde las aulas, pretendemos sobre todo instruir y ayudar al alumnado en el desarrollo saludable de la gestión emocional. Es decir, creamos situaciones que puedan provocar distintos sentimientos y reacciones en cada alumno y alumna para después reflexionar en grupo sobre los momentos vividos. De esta manera, nuestro objetivo es ayudar al alumnado a encontrar las claves para comunicarse de una manera saludable e integrar maneras asertivas de comunicación, así como entrenarlos en la identificación y gestión de emociones.
DINÁMICAS BASADAS EN LA COOPERACIÓN Y METODOLOGÍA DEL JUEGO
Mediante el uso de diferentes dinámicas basadas siempre en la cooperación, promovemos que el alumnado adquiera estrategias positivas para hacer frente a los conflictos o adversidades que puedan surgir tanto dentro del aula como en otros espacios de socialización. Así, intentamos equilibrar las relaciones de poder que puedan haberse creado entre iguales, e impulsamos la creación de un entorno participativo, cómodo y seguro en el que cada persona se sienta libre de expresarse con sinceridad.
En este caso, la metodología que utilizamos se basa en el juego. Es decir, trabajamos mediante el proceso del SENTIR – PENSAR – ACTUAR, provocando situaciones en las que nadie se siente bajo juicio y haya posibilidad de cambio siempre a mejora desde la reflexión individual y grupal.
VENTAJAS DE INTERVENIR DIRECTAMENTE EN LAS AULAS
El poder actuar desde dentro de las aulas, nos proporciona una infinidad de ventajas a la hora de abordar conflictos o situaciones a nivel de comunidad. Para empezar, poder ser parte de las realidades de las aulas en un momento en el que el alumnado, como hemos transmitido, actúa de manera natural y en un entorno de confianza en el que pueden expresarse sinceramente y sin tapujos, nos ayuda a entender muchas maneras de actuar de los niños, niñas y adolescentes en la sociedad. Sobre todo, nos acerca a su realidad más próxima, desde los modos de relación (qué estrategias o conductas están utilizando a la hora de hacer frente a conflictos del día a día, cómo acostumbran a reaccionar ante diferentes contratiempos, la influencia de los roles adquiridos o impuestos, presión de grupo…) hasta usos y abusos con o sin sustancia (pantallas e internet, redes sociales, consumos tóxicos…).
Así, la relación directa con el alumnado nos permite no sólo ayudarles directamente, sino indirectamente, puesto que aquello que aprenderemos y vemos dentro de las aulas nos permite tener una visión más global y objetiva de ellos y ellas, la cual es verdaderamente útil a la hora de interactuar tanto con la escuela como con los padres, madres y tutores y tutoras legales.
De esta manera, somos mucho más capaces de ayudar a buscar alternativas adecuadas a conflictos o situaciones adversas que puedan darse tanto dentro del recinto escolar, como dentro de casa, en la calle o en otros espacios educativos y de socialización.
Vemos necesario aclarar también, que esta oferta formativa la adaptamos tanto en contenidos como en actividades a diferentes colectivos; por ejemplo, profesorado, educadoras y educadores de comedor y monitores y monitoras de actividades extraescolares.